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Según los datos publicados la semana pasada por la asociación de empresas turísticas Exceltur, parece que el turismo español aprovecha el favorable entorno macroeconómico para crecer. La caída del valor del euro, que permite a los visitantes británicos y estadounidenses pagar menos por los mismos servicios, así como la caída de los precios del petróleo, han llevado al crecimiento del PIB del turismo español en un 3,7% en los tres meses del verano. Es el mejor verano de la última década.

Los datos de Exceltur muestran que el sector turístico crece por encima del promedio de la economía española y esperan que continúe creciendo hasta finales de año, con un crecimiento del PIB turístico del 4,2% en el conjunto de 2016 frente al crecimiento del 2,9%  para el total de la economía española.

El sector ha ganado 72.762 afiliados a la seguridad social en los últimos 12 meses, la mayoría en la industria de la restauración (58.890 contribuyentes adicionales). Según estimaciones , el ejercicio 2017 será testigo de la prolongación de la aportación del turismo al crecimiento de la economía española, aunque con una ralentización del crecimiento hasta el 3,2%.

Ello se debe principalmente a la desaceleración esperada para la economía mundial y europea, en su conjunto, pero muy especialmente para Reino Unido y España, que representan el 60% de los mercados turísticos para España y para los que los analistas descuentan ralentizaciones en el aumento del consumo de casi un punto en el caso español (del 3,2% al 2,3%) y de 1,4 puntos en el británico (del 2,7% al 1,3%), junto a los menores flujos asociados a la posible redirección de turistas por la percepción de inseguridad de los destinos del Mediterráneo Oriental.

Los turistas que visitaron España desde Portugal (18,2%), Holanda (15,9%) y Estados Unidos (14,9%) aumentaron la demanda de habitaciones de hotel, mientras que los turistas británicos, franceses y holandeses hicieron más reservas. Por el contrario, El País informó que las reservas de los turistas escandinavos han disminuido, y más que las de los turistas rusos.

El número de pernoctaciones de visitantes rusos se redujo a la mitad en julio y agosto en comparación con el mismo período del año pasado, debido a la devaluación del rublo y la consiguiente pérdida de poder adquisitivo, además del efecto perjudicial sobre la economía rusa de la caída de los precios del petróleo, que ha afectado a destinos como la Costa Dorada.

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